Sin duda Sonia es una mujer especial. Se nota con solo conocerla.
De todas las ocasiones (y que no han sido pocas) en que se ha conectado a alguno de los talleres o encuentros que organizamos en la Tribu solamente 1 vez, la he notado con baja energía. Más callada de lo normal, y sin la buena onda que normalmente transmite.
¿Cuándo le pregunté? Me explicó que le dolía todo el cuerpo, algo con lo que desgraciadamente tiene que paliar a menudo pero que justo ese día era más de lo normal.
Sonia tiene solo 55 años, pero mucha vida detrás. Ha preparado un escrito, en el que quiere compartir con nosotras su experiencia de vida, que va desde crecer con padres separados (algo que en su época no era lo habitual) a una experiencia de muerte que casi le cuesta la vida. De hecho le costó 11 operaciones, meses en el hospital y 5 horas de rehabilitación diarias.
Escuchando a mujeres como Sonia, igual que me pasó escuchando a Eva o a Concha, me doy cuenta de la capacidad de resiliencia increíble que tenemos las mujeres, de como acumulamos desgracias y nos venimos arriba, y en muchos casos (o al menos estos tres) aún lo utilizamos para hacer el bien a los demás y compartir positivismos.
Sonia, de formación abogada, trabajó muchos años en recursos humanos ayudando a discapacitados a encontrar un lugar de trabajo, y ahora sigue trabajando de voluntaria en “todo lo que se me ponga”: clases de español, inmigrantes… Su bondad no tiene final.
Me pregunto si parte de la fuerza que tiene Sonia la tiene por ser creyente, pero de un modo u otro, la tiene.
A la pregunta “Defínete con 3 adjetivos” se los doy yo primero; los creo desde que la conocí y no creo haberme equivocado: positiva, simpática, fuerte e inquieta. Ok, son cuatro, pero bien merecidos en este caso.
Ella, algo más modesta, me contesta:
- Afortunada
- Valiente
- Soñadora y algo cabezota
Sin duda Sonia sabe lo que significa estar cerca de dejar de ser, así que escucharla fue un placer solo equiparable a lo mucho que nos gusta tenerla en la Tribu y lo mucho que nos aporta en la mayoría de las ocasiones. ¡¡Gracias por haber sobrevivido Sonia!!
