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La metamorfosis de la mediana edad

Es difícil resumir en un par de párrafos una hora con Carmen Enguita, pero si me tuviera que quedar con tres aprendizajes de los muchos que generosamente nos ha ofrecido, me quedaría con los siguientes. 

“Te lo mereces” (El automerecimiento)

No satures tu sistema a ningún nivel. 

Repite conmigo: “Yo soy importante para mi”, “Yo soy importante para mi” , “Yo soy importante para mi” Hemos de generar salud en todos los ámbitos, y no hay que esperar a mañana para nada, ¡es ahora! Lo esencial es el aquí y ahora. 

Cuidas de tu salud, y te cuidas a ti misma. ¿Porqué? Porque te encanta. 

No esperes a una ocasión especial para usar aquella vajilla o aquel vestido de fiesta. Póntelo hoy, usa tu vajilla especial cada día, porque el momento es… ahora, y además te lo mereces. 

“La espiral de la vida” (Los septenios)

La vida se divide en etapas de 7 años, y cada etapa se caracteriza por algo. 

De los 42 a los 49, prevalece la integridad. Empezamos a poner límites. Se corresponde en la mayoría de casos a la época del Climaterio, y después llega la pausa, que es normalmente entre los 49 y los 56. Durante este septenio el cuerpo te habla, y si algo falta o algo sobra empiezan las llamadas de atención. Hemos de cuidar especialmente del hígado y del riñón. Hay un matrimonio invisible entre los dos hemisferios del cerebro y ya no hay ninguno que predomine. 

De cadera para abajo, el “triángulo de la vida” como Carmen le llama “¡¡ha de moverse mujeres!!” nos dice muy convencida.

De los 55 a los 62, ¿Dónde me lleva mi instinto de servir? Necesitamos realizar algún tipo de acción social, mirar para adentro. Regenerarnos. 

A partir de los 62 y conforme vamos haciéndonos más mayores, nuestro sistema circulatorio y corazón se benefician de pertenecer a una Tribu, y se hace si cabe más importante la Hormona TC, la de la atención Tierna y Cariñosa. 

“La atención esférica” (El toroide)

Jamás había escuchado hablar del toride, que explica el porqué debemos tener una atención esférica, estar alerta (pero sin el estrés que normalmente le atribuímos) de lo que pasa a nuestro alrededor. 

La forma toroidal es una de las formas esenciales de la geometría, una imagen que representa gráficamente el proceso por el cual toda la energía, está continuamente  en movimiento armónico, y cíclico: arriba, abajo y alrededor.

El toroide humano es la energía que emana entre nosotras y la tierra, e incluso parece que dentro de nosotras mismas, el corazón tiene su propio toroide. 

Estamos rodeadas por un campo electromagnético propio. ¿Te imaginas que importante es nuestra actitud? ¿Nuestros propios pensamientos?

Tuvimos la suerte de charlar el 18 de octubre, el Día Mundial de la Menopausia, que para Carmen Enguita, tiene muy mala prensa, pero si nos dejamos llevar por la espiral de la vida, se trata de un florecimiento bellísimo.

El espíritu es joven, el alma es sabia.