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Seguir luchando cuando te quedas sin trabajo a los 48 años

Cuando conocí a la mujer maravillosa que se esconde detrás de “Manos avispadas” pasaron dos cosas, la primera es que me encantó el nombre, lo encontré muy original y muy pertinente para una modista. Y lo segundo que me pasó es que vi que ella misma es muy avispada, por lo que no me sorprende nada de lo que nos explica en esta charla. 

Manos avispadas, manos por lo de la artesanía.

Avispadas por las agujas, por la costura. 

En una de las sesiones del Club de Manualidades que dedicamos al punto de cruz, Sandra nos enseñó uno de los cuadros que su tía abuela hacía en el convento para recaudar fondos. Otro día nos enseñó las lámparas hechas con botellas que hacía su padre, y su madre nos explica que cosía las medias cuando no eran tan baratas como son ahora. 

Una familia de artesanos, en la que la artesanía ha ido pasando de generación en generación. 

20 años lleva en el mundo de la moda. Muchos de los cuales como modista “normal” muchos otros como modista de “novias”…

Conocí mejor a Sandra cuando participó en la Feria de Artesanas de la Comunidad de Madres Emprendedoras, que tuve la suerte de ayudar a organizar. 

Durante los meses de preparación para la Feria, despidieron a Sandra de la marca de novias, y ella no sólo no se hundió, sino que decidió poner más foco aún, y con una fuerza descomunal tiro adelante. Continuó su día a día y preparó un super proyecto para un curso especializado en arreglos de novias para modistas que lanza esta primavera.

Sandra siempre saldrá adelante. Aún en su timidez, tiene una mezcla entrañable de encanto, fortaleza y fuerza de voluntad.

¿Tres palabras para auto definirse? 

  • Decisión
  • Voluntad
  • Foco

Después de verla interactuar con las otras mujeres artesanas que participaron en la feria, me atrevo a añadir tres más: solidaridad, optimismo y capacidad de trabajo y de superación (ok son cuatro pero Sandra se las merece).